miércoles, enero 30, 2008

Distracciones


Hoy han vuelto los nervios pero no hay problema, sólo es un exceso de cafeína. Nada mejor para este momento que un libro al que le tengas que dar vueltas y una chorradita para pasarlo bien y dejar la mente en blanco como la Tony-b Machine que he encontrado a través del blog de Josep. Ojalá pinchar fuera tan sencillo como en la maquinita, verdad Obama?

martes, enero 29, 2008

Space dementia


Ese era el tema de Muse que estaba escuchando ayer cuando me percaté de una palabras en la letra que... no sé, no me dejaron indiferente:
You make me sick because I adore you so
I love all the dirty tricks
and twisted games you play on me
Por alguna razón me vino la imágen a la cabeza de mí mismo hace algo más de una semana volviendo a casa en el cercanías y oliéndome las manos. No quería que el trayecto terminara nunca.

martes, enero 22, 2008

Freaks (VI)


"Hay grandes similitudes estructurales entre las situaciones vividas y las imaginadas, aunque yo nunca haya intentado deliberadamente reproducir estas últimas en la vida, y aunque mis vivencias hayan alimentado muy poco mis ensueños. Tal vez deba contentarme con la conclusión de que los fantasmas forjados desde la infancia me han preparado para una gran diversidad de experiencias. Como nunca me avergoncé de esos fantasmas, como no los rechazaba, sino que, por el contrario, siempre los renovaba y enriquecía, no han constituido una oposición a la realidad, sino más bien una serie de rejilla a través de la cual determinadas circunstancias de la vida que otras personas habrían considerado estrafalarias a mí me parecían muy normales."
La vida sexual de Catherine M.

domingo, enero 13, 2008

El porqué


Que por qué estoy así preguntáis. Queréis saber a qué viene este estado de ánimo, esta apatía, esta cara de mal genio... Lo que me molesta es que me lo pregunten si realmente no hay interés. De hecho muchos de los que me lo habéis preguntado no queréis que os responda y la respuesta no os gustaría. Está bien, voy a responder muy a vuestro pesar y advierto que va para largo.

¿Por donde empiezo? Mi llegada a Madrid cambió mi vida, me subió el ánimo, conseguí trabajo, dinero, independencia... Todo iba muy bien hasta hace algo más de un año cuando las cosas comenzaron a torcerse. ¿La razón?: las amistades, o lo que yo creía que eran amistades. La mayoría de las que traía desde Pamplona me defraudaron, sufrí varias puñaladas por la espalda y las... cinco que merecían la pena no supe cuidarlas aunque sé que estarán ahí si las busco. El resultado fue que con tanto golpe decidí pasar en mi vida en la capital de todo lo anterior y centrarme en toda la gente que había conocido después de cambiar de ciudad. El mayor error de mi vida. Bien es cierto que mi grupito más cercano (miau & company) es de lo mejor, les agradezco muchas cosas y no me puedo quejar, pero necesito más amigos. Siempre he necesitado a mucha gente.

Hubo un tiempo en que todo parecía ir bien, diversos círculos que parecían responder a lo que yo daba pero no duró mucho. Tengo el defecto de ser demasiado sensible, confío demasiado en la gente y espero demasiado de ellos; espero lo mismo que yo daría en su lugar, entonces es cuando me defraudan en algo y yo me hundo a la primera. Lo peor es que soy incapaz de enfadarme con la gente a la que... quiero, sí lo voy a decir aunque suene moñas, no puedo enfadarme con quienes considero amigos y a quienes quiero. En lugar de eso me pongo triste y hasta me siento culpable yo mismo sin ninguna razón. Entonces me pregunto si me habré pasado considerándolos amigos, si la culpa será mía por tener demasiadas expectativas. Aquel fue el momento del primer bajón gordo en Madrid y tomé otra errónea decisión: intentar convencerme a mi mismo de que no se trataba de amigos, se trataba de conocidos.

En este momento me lo vuelvo a replantear. Pienso en todos esos conocidos de la noche, compañeros de trabajo, amigos de amigos, compañeros casuales de mis primeros pisos en Madrid... Toda esa gente formaba los diversos pequeños círculos que yo necesitaba. Insisto, siempre he necesitado muchos círculos, mucha gente, soy así y no puedo evitarlo. Cuando la mayoría de ellos empezaban a defraudarme me autoconvencí de que eran simples conocidos, gente de paso. Incluso recuerdo una discusión con Ramona en la que yo defendía llegando a extremos insostenibles la imposibilidad de que yo tuviera auténticos amigos en el trabajo. En el fondo ni yo mismo me lo creía, pero era la única manera de explicar las actitudes de mucha gente, haciendo extensible esa negación de la amistad a todos los ámbitos antes nombrados. No podía entender cuál era la razón para que la gente se comportara unas veces como amigos conmigo y otras parecía no interesarles. De pronto mucha gente al mismo tiempo parecía no contar conmigo. Reitero lo de antes: soy demasiado sensible. ¿Lo veis? Otra vez me estoy echando la culpa, debería aprender a ser más egoísta y a no callarme las cosas ni a tragármelas solito.

Ahora lo tengo claro. A quien dejo entrar en mi casa, a quien felicito en su cumpleaños, a quien llamo si enferma, a quien invito a comer, al cine, a un concierto... Todos ellos son amigos o yo los considero como tal o pretendo que lo sean. Basta ya de engañarme a mí mismo. También tengo que esclarecer qué son las cosas que me molestan y no culparme de acciones que no están bien y que yo no cometo. No está bien que se me oculten cosas y enterarme por terceros. No está bien que se digan cosas sobre mí sin preguntarme si son verdad. No está bien echar en cara el no verme si tampoco se mueve un dedo por su parte para que nos reunamos. No está bien intentar convencerme de que se es mi amigo y luego pasar de mí o ser incapaz de mantener una conversación de más de dos minutos conmigo. No está bien que yo mueva un plan y al final éste se lleve a cabo por los otros a mis espaldas. No está bien incumplir las promesas que se me hacen. No está bien fingir preocupación por mí en los momentos malos y luego no echarme una mano para ayudarme a salir del pozo. Puede que todo esto os parezcan tonterías pero para mí son cosas importantes. Todos estos ejemplos entre otros van quemando poco a poco, y si a eso le sumamos los innumerables problemas de salud, la marcha de mi mejor amigo de Madrid, dificultades económicas, complicaciones familiares (sobre muertes, afecto y dinero), apuros de algunos amigos que me obligan a volcarme hasta consumirme, etc., el resultado es el estado anímico sobre el que tanto preguntáis acerca de su origen.

Suena a tópico, pero en los momentos duros es cuando se comprueba quiénes son los verdaderos amigos. He perdido la cuenta de toda la gente que últimamente me ha asegurado que se preocupa por mí sin ayudarme. Qué fácil es decirme que debo hablar con alguien y no prestarse a hablar conmigo o achacar mis problemas a la mala vida. ¿Mala vida? ¡Si no he salido ni diez noches este último año! Vale, en algunos aspectos me he machacado y ya he empezado a poner remedio drásticamente, pero no me vale que se refugien en eso quienes se vayan a excusar. No me vale que una consecuencia de mi problema se intente transformar en la causa. Es demasiado fácil. Yo ya le he echado cojones y he aclarado mi mente, sólo pido que quienes se hagan llamar mis amigos no se refugien en la explicación más simple.

A parte de mi pequeño grupito de amigos de verdad en Madrid, sólo hay dos personas de todos los ámbitos que he mencionado antes que de verdad me han demostrado interés. Es curioso pero ambos son precisamente del mismo ámbito: el trabajo. Ellos son Mary y Mochilo, los únicos que me han pedido que les cuente qué me pasa, que me han querido forzar a ello y que me han apretado las tuercas para que espabile. Voy a volver a ponerme cursi, pero les quiero agradecer mucho su postura y les quiero decir que no me olvidaré de su gesto. Aunque con quien de verdad me desahogué fue, al llegar a Pamplona esta semana, con Lucy. Muchas gracias por escucharme y aconsejarme cómo debo actuar guapa. Es que a veces se me olvida quiénes realmente quieren ser mis amigos.

Bueno, ya está. Bufff! He acabado agotado. Ya he advertido al comienzo que iba a ser un post largo. No sé si alguien lo habrá leído hasta el final, pero a mí me ha venido muy bien volver a soltar todo esto ahora por escrito. Espero que os haya servido de algo, a mí desde luego que sí.

viernes, enero 11, 2008

Antes este blog molaba


Os lo juro, algunos de vosotros no habéis conocido siempre este blog, pero os prometo que antes esto molaba. Yo era ocurrente y escribía cosas divertidas y originales. Hace relativamente poco mi compañero de pinchadas (DJ Obama) dijo que por fin me comprendía tras leer mis artículos. Eso no es cierto del todo ya que él no ha leído nada de antes del verano y se ha perdido todo lo mejor de mi “obra”. Antes esto no era una recopilación deprimente de quejas y de muestras de que la vida es una mierda con afán de autocompadecerme.

Hubo un tiempo en que recibía bastantes comentarios de amigos míos y de mucha gente que no conocía, no como ahora que la mayoría de artículos se quedan sin comentar. Podría escribir un libro sobre cómo arruinar un blog en un año. No imaginaba lo mucho que podía influir el estado de ánimo de una persona en un espacio virtual como éste. Vosotros mismos podéis comprobar cómo hubo un momento en el que el tono cambió.

Antes tenía ideas originales como las bandas sonoras de las estaciones que empezaron en abril de 2006, mes en el que descubrí que no existen los pantalones perfectos. En mayo de aquel año me convertí en una adolescente de 14 años. Aquel año me lo curré como cuando colgué los diferentes finales de My favorite game en julio. Siguiendo con 2006, en septiembre fue muy divertido cómo hablaba del mechero más feo del mundo y también era gracioso cuando en octubre escribía sobre votar unas tortas o sobre la Coca-cola Zero. En noviembre no lo tenía nada claro y daba consejos para pardillos juerguistas.

Estos no son más que algunos de los ejemplos. Os aseguro que antes a la gente le gustaba entrar aquí, pero llegó un día que acabé tirando todo a la mierda.

miércoles, enero 09, 2008

Em Am G Bm


sueñodrogassms?cansancioindecisión1colmillodormidoregresosi ndescansomássueñoaleluyaencuentrostemornerviosobsesiónresfr iadosinvozenoffhormigueoagobiocigarromalaspectodemasiadage nteproyectos1correonáuseadesmitificandorecuerdosobsesiónolor imaginaciónparanoiasomnifero+alcohol=15happyminutesdedosa marillossinbandasonoraagloriousdayelectricidad2correosenfadon ohaycomentariosinvisiblemiedoobsesiónrecuerdaqueigualnoesve rdadsorpresapequeño3correosindignaciónconexionesinviernocen adifícilprecipitadodecepciónamistad?vidadoloraguadespuésdeaq uellofaderdiscodesenvolversaturación4correosculpabilidadpielsu avementirasdesconocimientoobsesióndébilpelooscuroporqué?sin subtítulosespaldateléfonoprisanosepuedearreglarincomunicación echadoenfaltatrago+y+correos=penayangustia.consejossinechar unamanohumodeseoobsesiónpasado+dolortitanio pena, obsesión y sueño.

Buenas noches.

sábado, enero 05, 2008

Nueva fiestecilla


Tras el “éxito” de la primera convocatoria este próximo lunes volverá a haber una de las grandiosas sesiones de Rick & Simon. Por mi parte correrá más lo clásico, por la suya más lo moñas. No faltéis, no os arrepentiréis.

A partir de las diez de la noche el 7 de enero en La Vaca Austera (Calle La Palma 20, Malasaña).

Onírico (II)


Hay veces que tus peores pesadillas se hacen realidad. Estoy hasta los cojones de ser un puto pitoniso. Vale, hay ocasiones en que son los sueños son los que se hacen realidad, pero coño, que se dosifiquen las dos opciones un poco. Yo con un sueño entre dos pesadillas me conformo. ¿Qué más da un sueño que cinco? Con el primero ya te alegras.

Aun así el número de pesadillas es mayor que el de sueños. Yo antes pensaba que una cosa buena contrarrestaba varias malas, ahora me doy cuenta que ni de coña. Lo peor es cuando una de las cosas que más temes se va haciendo realidad poco a poco. La agonía bañada por inseguridad se eterniza y te consume hasta que de ti sólo queda un vampiro con quince quilos menos que cuando eras feliz, sin sonrisa, sin ganas de hablar ni de hacer nada, sin color y sin confianza.

Ya cuando el mismo día termina de hacerse realidad la pesadilla y tú has despertado con un agradable sueño de la misma temática pero opuesto a la realidad… eso ya es la polla!

Hoy soy optimista.

viernes, enero 04, 2008

Nochevieja 07 (II) –Buen sabor de boca-


Hay ocasiones en las que te ocurren cosas curiosas e inesperadas. A las pocas horas de comenzar el año, travestido y ciego, me puse a hablar con una chica en la oscuridad de un bar y con un ron con limón en la mano. Interrumpo la narración para aclarar que no se trata de nada relacionado con rollos o enamoramientos (bastante revuelto tengo el corazón ya) antes de que penséis lo que no es, porque realmente fue mejor. Ella se alegró mucho de verme y empezó a hablarme con una confianza poco usual. Yo creía que se confundía y no sabía dónde meterme hasta que empezó a llamarme por mi nombre.

Durante un buen rato después creía que me tomaba el pelo, no paraban de salir perlas de su boca y he de reconocer que al principio no sabía quién era ella. Luego caí, la conocí en una cena la primera vez que volví a Pamplona una vez viviendo en Madrid. Fue muy raro, me decía lo bien que les había caído a sus amigas y cuánto las había impresionado. No recuerdo los halagos exactos pero estuve un buen rato hablando con ella, me presentó a su novio y me dio su teléfono para quedar la próxima vez que volviera al norte.

Fue una de esas veces en las que ves que hay química con otra persona, de ahí acaban saliendo las mejores amistades. No paré de darle las gracias por lo que me decía, nuestro encuentro coincidió con el momento etílico de la exaltación de la amistad y eso hizo que las cosas fueran más fáciles. Aquello supuso una inyección anímica que yo realmente necesitaba en aquel momento. Sin duda fue lo mejor que me ocurrió durante la noche y consiguió que después de mucho tiempo me metiera en la cama con una sonrisa en la boca. Quizá después sólo quede un par de días con ella, pero aquella conversación ya mereció la pena.

jueves, enero 03, 2008

Nochevieja 07 (I) –Mal sabor de boca-


Por fin, por fin acabó este puto año! Cualquiera diría que comenzar el año travestido es una buena manera de pasar página. Yo lo pensaba, confiaba en el poder del mítico disfraz de Nochevieja pamplonica. Con lo que no contaba era con que me iba a dar uno de mis ataques de locura.

Hay ocasiones en las que me pongo nervioso y no me controlo. No hace falta una situación límite, difícil o intensa, simplemente dos o tres factores banales pero que me inquietan sobremanera consiguen que pierda el control en ocasiones hacia la ira y, más frecuentemente hacia la apatía. Sé lo que pensaréis ahora mismo: “Este es un flipao, un gilipollas o un victimista”. Me la suda lo que penséis, si no os gusta pasad al siguiente blog. El hecho es que algunos de esos factores se juntaron el día 31 y acabé extremadamente colérico con mi familia. Lo peor de todo es que era perfectamente consciente de la situación y no podía pararlo. Me sentía culpable en el mismo momento y más aún después.

Dos preguntas os rondan la cabeza ahora mismo: ¿Cuáles fueron esos factores? ¿Cuál fue la desmedida reacción? Prefiero no entrar en detalles. Lo único que voy a decir es que las merecidas respuestas que oí fueron lindezas como: “…que se quede en Madrid y no vuelva. Que le den por culo” o “Te tienen que mirar esos nervios antes de que te pase algo”. Si ellos supieran…

Desde el momento en que salí de casa (mentira, desde tres horas antes) decidí que lo único que podía hacer para pasar la noche era ponerme cieguísimo. Eso hice. Afortunadamente la noche acabó deparando agradables sorpresas que comentaré en la segunda parte. Lo único que me queda es hablar con la familia y aclarar todo el asunto.