miércoles, octubre 24, 2007

La rosa de los vientos


Recuerdo que en mi primera clase de Información Radiofónica I el profesor nos hizo revelar a todos nuestro programa de radio favorito y descubrí que yo no era nada original. Me alegré. Si preguntas a cualquiera por su programa de televisión favorito, mucha gente responderá que nunca se lo ha planteado. Si preguntas a la misma persona por su programa de televisión favorito de hace cuatro años responderá que no sabe o que no se acuerda. Yo llevo más de diez años con un mismo programa favorito de radio: La rosa de los vientos. Aunque cuando yo me enganché se llamaba Turno de noche, se trata del mismo contenido: una combinación de historia, misterio, divulgación científica, cine, humor, espionaje y más misterio.

Innovador en el género, su director Juan Antonio Cebrián se convirtió en mi periodista favorito. Fue uno de los motivos por los que elegí mi carrera y, si no me hubiera decantado por la televisión, me hubiera gustado dedicarme a la radio de madrugada como él. Antes, esa franja horaria era lo que más me gustaba de las ondas pero últimamente, como dice Fermín Bocos, sólo se podía elegir entre escuchar a gente llamando desde su casa y contando sus desgracias (¡viva el periodismo!) o sintonizar a Juan Antonio.

Artífice de los programas La red, Azul y verde, Turno de noche y La rosa de los vientos, colaboraba en el semanal de El mundo y escribió diversos libros entre los que destacan la recopilación de sus radiofónicos Pasajes de la historia o el exitoso La aventura de los godos. Ganador de premios como el de “Mejor locutor” por la Asociación de Corresponsales Diplomáticos o el de “Mejor divulgación” concedido por el Fondo Mundial de Protección a la Naturaleza WWF/Adena, Juan Antonio Cebrián murió el sábado a los 41 años víctima de un repentino y prematuro infarto.

Los rosaventeros estamos de luto pero confiamos en que donde quiera que haya ido, siga presentándose encantado y feliz como una lombriz, nuestro amigo y compañero, Juan Antonio Cebrián.

jueves, octubre 18, 2007

Blog vs. Fotolog


Hubo un tiempo en el que si te creías medianamente guay o tenías ciertas inquietudes empezabas a escribir un blog, espacio virtual donde una persona o un grupo pueden escribir artículos, adornarlos con fotografías, vídeos o canciones, y recibir comentarios de quienes lo lean. Muy poco después llegó la moda de los fotologs, concepto parecido pero en el que lo principal es una fotografía que aparece publicada en formato más grande y que se puede adornar con un breve artículo de texto. Este segundo tipo de espacio virtual estaba muy bien para fotógrafos pobres vocacionales, ya que coincidió con el “boom” de las cámaras digitales. El problema es ver en qué degeneró.

Algunos fotologs son realmente buenos, puedes encontrarte fotografías con mucho talento (aunque no abundan). Otros funcionan como blogs, lo principal es el texto y son bastante originales. Lo que odio es la tendencia de que todo moderno debe tener un blog o fotolog y, como el segundo conlleva menos trabajo, no hay estereotipado flipao poperillo sin fotolog.

Si comparamos uno y otro, el fotolog gana en los enlaces, son mucho más visuales y atractivos, pero por lo demás... Los blogs suelen tener mejor estética y parecen menos “sucios”, te permiten colgar muchas más cosas además de imágenes y no necesitas tener un blog propio para comentar en otro tal y como sucede en los fotologs. Para colmo el otro día un colega intentó escribir correctamente en su fotolog y las palabras con tilde se convirtieron en grafía china o griega. En definitiva, el blog gana por goleada.

Todo esto viene a cuento de dos nuevos enlaces que he colocado: el del fotolog de Chipirón donde él se hace llamar Colin Chapman, y el de Rufus, donde se hace llamar El Gallagher.

miércoles, octubre 17, 2007

El viaje a ninguna parte

Mareos y náuseas es lo que siento cada vez que oigo historias relacionadas con viajes. En realidad yo sería feliz viajando pero siempre me falta tiempo o dinero. Me hace gracia, porque todo el mundo tiene menos dinero que yo y, sin embargo, todos tienen dinero para viajar. Me gustaría que me dijeran el truco ya que yo soy Mr. Austeridad y sólo tengo dos caprichos: vivir solo y las piedras marrones. Además voy a tener que dejar una cosa u otra en pocos meses ya que mi cuenta bancaria no para de decrecer. Pero bueno, desde cuando voy a creer lo que dicen otros? Todo el mundo miente, eso lo sé, pero es difícil que yo no me ponga nervioso con su hipocresía.

Partiendo de esa base, imaginad cuánto tengo que forzar la sonrisa cuando me hablan de los viajes que han disfrutado otros. A alguien realmente le gusta escuchar esas historias? Si no lo has vivido en primera persona son un coñazo! No puedes hacerte a la idea de cómo son lugares, personas, maneras de vivir u olores si no los has experimentado tú mismo. O es que incluso in situ la mayoría experimenta las cosas de una manera así de superficial y escasa? Empiezo a creer que sí.

Para colmo llegaron las cámaras digitales. Ahora el mundo está lleno de grandes fotógrafos que lamentan no haberse dedicado profesionalmente a retratar la luz. El carrete de 24 fotos (menos las que salían mal) se convirtió en miles de imágenes dentro de una pequeña memoria. Eso equivale a varias horas fingiendo que te interesa un plano detalle en el que se aprecia perfectamente cómo crecen las raíces de los árboles típicos de Micronesia. Por no hablar de las siempre presentes series de amaneceres y atardeceres.

La próxima persona que venga a contarme su experiencia turística (aunque quede claro que no iba en plan turista, ejem, ejem), que se abstenga y que recuerde que mi nivel de tolerancia no supera las diez fotos.

martes, octubre 16, 2007

Adaptación


Partiendo de la base de que la adaptación es la acción y efecto de adaptar y adaptarse, echemos un vistazo al diccionario.
Adaptar:
(Del lat. adaptāre).
1. tr. Acomodar, ajustar algo a otra cosa. U. t. c. prnl.
2. tr. Hacer que un objeto o mecanismo desempeñe funciones distintas de aquellas para las que fue construido.
3. tr. Modificar una obra científica, literaria, musical, etc., para que pueda difundirse entre público distinto de aquel al cual iba destinada o darle una forma diferente de la original.
4. prnl. Dicho de una persona: Acomodarse, avenirse a diversas circunstancias, condiciones, etc.
5. prnl. Biol. Dicho de un ser vivo: Acomodarse a las condiciones de su entorno.

Es curioso cómo de las cinco definiciones me siento mucho más identificado con la que se refiere a los seres vivos en general que la que se refiere a las personas en concreto. Todos hemos tenido que hacer grandes esfuerzos de adaptación a lo largo de la vida obligados por las presiones familiares, los convencionalismos sociales, las responsabilidades que van surgiendo etc...

Yo aún recuerdo cuando de crío tenía que tragarme horas de vídeos de patines con mis amigos mientras me moría de aburrimiento y fingía emocionarme viendo saltos y golpes. También tuve que ir a un montón de partidos de fútbol para intentar encajar. ¿Un chaval que no le gusta el fútbol? ¿No será maricón? La sociedad es así y no admite excepciones. De hecho lo triste es que todos como borregos vamos en esa dirección, tanto los más tradicionalistas como los más pseudo-progres (estos últimos son probablemente los peores).

Afortunadamente yo he sabido casi siempre pasar de todo eso sin importarme ser diferente. Es lo que tiene tener un mínimo de personalidad. Sin embargo hace poco me sorprendí a mí mismo intentando adaptarme de nuevo, intentando encajar. De pronto sentí que en mi entorno hubo una oleada de afición a Gran Hermano y acabé frente al televisor escuchando a la Milá y a sus concursantes cómo arreglaban el mundo. Menos mal que no pude encajar, me pareció lo más aburrido que he visto jamás. Las discusiones estúpidas entre gente sin cultura ni personalidad no me divertían, estaba viendo un programa realizado a la perfección y con ideas novedosas para darse a sí mismo una vuelta de tuerca pero el fallo radicaba en que la base estaba vacía. Esto me hizo reflexionar acerca de la vacuidad de mi entorno.

P. D.: Si no habéis visto Adaptation tenéis que verla. O se odia o se ama. Eso sí, tenéis que verla como un ensayo audiovisual del guión, no como una historia al uso.

lunes, octubre 15, 2007

Cuestión de sexo


Cuatro lanza una nueva serie con la que, según dice la cadena, quiere "romper moldes". Es la nueva apuesta por la ficción nacional que seguro volverá a sorprendernos con inteligentes guiones y brillantes interpretaciones para variar. Yo sólo me pregunto una cosa: ¿llegaré a odiar esta serie tanto como otras del estilo, véase 7 vidas? Probablemente más.

El reparto ya emociona: el polifacético Guillermo Toledo (será capaz de interpretar un papel que no sea de sí mismo?), Alfonso Lara (el Robert de Niro español, qué presencia!), Carmen Ruiz (que parece una quinceañera en un teatro del colegio y con el guión mal aprendido, qué credibilidad!) y demás monstruos de la interpretación.

Se trata de una sitcom de excesiva duración para el género (tipical spanish) sobre relaciones entre treintañeros mezclado con bastante sexo cutre; es decir, una mezcla entre friends y las comedias españolas del destape. Glorioso. Muchos chistes son previsibles, las situaciones forzadas o basadas en estereotipos no son nada creíbles y, a pesar de mi esfuerzo, no me arrancaron ni una leve sonrisa.

En realidad no es ninguna sorpresa, pero lo más triste es que en su estreno fue lo más visto en la cadena aquel día, lo cual dice mucho de la inteligencia de los españoles.

Cómo mola hacer tele en este país!

miércoles, octubre 10, 2007

Grow, grow, grow

Después de un tiempo de sequía escribo esto desde la casa de mis padres porque estoy aquí de vacaciones. Tras pelearme con el Youtube durante bastante tiempo he conseguido volver a poner vídeos en el club (la informática no es lo mío). He pensado que lo mejor sería deleitaros con este temazo del nuevo disco de "polillín" que me envío mi amiga Alazne con un único comentario que decía: "los pelillos de punta".

Disfrutadlo!