lunes, enero 29, 2007

Entonces... ¿qué me pongo?


Premisas:

- La ropa me apasiona y me hace feliz.

- No me gusta la ropa que tengo y me encantaría tener dinero para renovar mi vestuario hoy mismo y cada estación.

Tolero todo tipo de estilos y luzco todo tipo de prendas, desde camisetas viejas a americanas pasando por zapatillas grandes o pequeñas, zapatos o hasta pantalones anchos en alguna ocasión. Mi prenda favorita para mujer es la minifalda y para hombre la americana. Tengo varias americanas y no es nada raro verme en el trabajo con ellas sobre camisetas habitualmente o sobre camisas.

No comprendo por qué si tantos días voy al trabajo con americana siempre hay algún gilipollas que me dice: “Qué elegante vienes hoy, no?” Yo flipo. Tan poco me pega ese estilo que por más que vaya medianamente “bien vestido” siempre sorprenderé a alguien? El colmo llegó el 1 de enero, seis personas seguidas se extrañaron por mi elegancia y, una a una, mis respuestas eran cada vez más bordes. Pasé de un suspiro con cara de mala leche a un “vete a la mierda!” al último, un pobre que casi ni conozco y que muy amablemente me vino a felicitar el nuevo año y resaltó mi elegancia. En fin, supongo que para que me dejen en paz voy a tener que ir a trabajar con un chándal Astore, una camiseta de Extremoduro y unas míticas zapatillas “Jota Jaiber”.

Tiembla Karl Lagerfeld, me voy a convertir en tu peor pesadilla!

martes, enero 23, 2007

Amarguras invernales


Hay gente que se amarga porque no le da tiempo, porque eligen tener demasiadas obligaciones y no dan a vasto. Hay gente que se amarga porque no nieva, es un invierno demasiado suave y no pueden ir a esquiar. Otros se amargan porque no tienen rumbo, aunque sigan un largo camino acaban abandonando y, cada vez, los nuevos caminos son más cortos y no llegan al final. También están los que se amargan porque no están donde quieren estar y, aunque lo estaban, ya no están convencidos y quieren volver atrás.

Ninguno de estos es mi caso, yo me amargo mucho pero no por estas causas. Últimamente estaba bastante amargado porque cada vez más problemas diferentes se me echaban encima; ahora esos problemas siguen ahí aunque algo me ha hecho reaccionar. De pronto una determinada canción, una película, una frase en un capítulo al azar que has decidido ver quién sabe por qué de una serie de televisión en DVD (ninguna de las típicas, ni House ni Perdidos panda de “frikis”), una extraña conversación con un amigo... Un montón de lo que podrían ser señales y preferimos llamar casualidades te aclaran las ideas y ves qué deberías hacer y qué no.

Es como si el destino te soltara una bofetada para que reaccionaras, cogieras ritmo y siguieras tu camino de una puta vez.

jueves, enero 18, 2007

De médicos y drogas


El otro día conocí a mi nueva doctora de cabecera, figura de vital importancia en la sociedad actual ya que se trata del principal proveedor de drogas legales en nuestro día a día. Me caló desde un primer momento como un vicioso del tres al cuarto y lo primero que me preguntó fue cuánto fumo en lugar de si fumo. Tras examinarme y echarme una monumental bronca por no haber acudido a ella antes, me insistió en que dejara de fumar, me dio mil consejos para dejarlo y me insinuó que tengo el tabique nasal torcido (qué atrevimiento!), todo ello con ojos de desprecio hacia un vicioso insano y amante de las drogas. Le faltó señalarme con el dedo y afirmar que me gusta masturbarme sobre mis heces pensando en niñas de seis años.

Los días anteriores había soportado mis males con un placentero estado de semi-inconsciencia fruto de una mezcla de apetitoso Orfydal, deliciosa cerveza y humeantes porros. Tras salir de la consulta llevaba en mi mano un fajo de recetas que me hacían muy feliz. Me gusta medicarme (eufemismo de drogarme), ya sea para aliviar dolores físicos o mentales al más puro estilo House, o para tranquilizarme aunque sea a través de un efecto placebo. De ese modo mi nueva doctora me cae bien ya que a pesar de despreciarme, sabe cómo dejarme tranquilo y contento, y es que nadie puede negar la verdad:

La química es la esencia de la felicidad.

sábado, enero 13, 2007

The Universal

martes, enero 02, 2007

B. S. O. del otoño


Para empezar quiero pedir disculpas por el pequeño retraso en la publicación de este post ya que hace más de diez días que dejamos el otoño. Ahora voy a explicar de nuevo (y por ultima vez) de qué va esto de las bandas sonoras ya que últimamente se han agregado nuevo miembros al club, aunque pocos son los que escriben. Al terminar cada estación redacto una lista de canciones que me recuerdan a momentos, lugares o personas concretas de esos meses. De ese modo las canciones no tienen por qué ser buenas ni gustarme (aunque la mayoría sí que me gustan).

Banda sonora de mi último otoño:

"In the ghetto" Elvis Presley
"Orion" Metallica
"Got my mind set on you" George Harrison
"Enjoy the silence" Depeche Mode
"Brown sugar" The Rolling Stones
"Las luces de la ciudad" Macaco
"Concrete jungle" Bob Marley
"Todo tiende" Ojos de Brujo
"Mad world" Gary Jules
"The everlasting gaze" Smashing Pumpkins
"The last art of keeping a secret" Queens of the Stone Age
"Punk Rock City" Nosoträsh
"Nice to know you" Incubus
"Bohemian Rhapsody" Queen