Elige la vida
Lo habitual es utilizar las vacaciones para descansar, para conocer lugares exóticos, hacer lo que no has podido hacer el resto del año... yo decidí aprovecharlas para arreglar mi casa nueva: tirar los mubles viejos y rotos, pintar las paredes, amueblar y decorar.
Una cosa es lo que tienes previsto hacer y otra muy distinta lo que al final acabas haciendo. Acompañado por cervezas matutinas, constantes porros, y cañitas y mojitos en fiestas de La Latina, no he hecho más que salir a beber y estar la mitad del día tumbado sin poder moverme en el colchón que tengo tirado en el suelo del salón. Entre los trozos de muebles amontonados, la falta de decoración y de orden, la televisión vieja y ruidosa en el suelo frente al mencionado colchón y mis esfuerzos por continuar respirando, la imagen parecía la de un yonqui okupa que ha tirado su vida a la basura.
Sin duda es un contratiempo volver a la rutina del trabajo y seguir teniendo la casa en las peores condiciones, pero he conseguido desconectar completamente, descansar y olvidarme de los agobios. En ocasiones es necesario excederse, pasar de todo, relajarse y no dar importancia a nada. Ser un parásito que sólo vela por sus propios intereses. Elegir la “no vida”.
Lo duro es que luego hay que despertar...