martes, octubre 17, 2006

Marrón, ocre, rojo, amarillo...


Sigo soñando mucho, mucho y raro, cada vez más pesadillas. He deducido que es por mi mala conciencia (proyectos que no llevo a cabo, desafíos que no sé afrontar, discusiones con colegas...).

Estos días han venido mis padres a echarme una mano con la casa ya que piensan que soy demasiado “lo peor” para hacerlo todo y lo más duro es que tienen razón. En el fondo no soy más que un niño pijo de mamá que vive solo en Madrid. Me están ayudando mucho pero también tiene sus contras: alguna discusión inevitable y una de mis camisetas favoritas desteñida a pesar de insistir en que no me pusieran la lavadora.

Ya llegó el otoño. Según los expertos y los medios de comunicación comenzó hace casi un mes pero en esta ciudad se empieza a notar ahora. Me di cuenta hace dos días cuando al bajar del autobús a las ocho de la mañana para ir al trabajo sentí por fin el olor de esta estación. Llevo año y medio en Madrid pero el año pasado no estuve en la transición de verano a otoño y se me está haciendo muy lenta y agobiante.

Quiero que haga frío ya para poder llevar mi ropa de abrigo que mola mucho más que la que tengo para el calor!

6 Comments:

Blogger Carol Blenk said...

A mí me gusta más la ropa de invierno que la de verano. Da más juego y es más bonita.
Yo también he tenido algunas pesadillas últimamente, sabes? nunca me había pasado antes. Sueño que pierdo lo que más quiero en esta vida, no sé, es terrible. Lo paso muy mal (vaya rollo te suelto)
Anímate, Madrid tiene su punto. Vete un día a la Plaza Mayor a deambular pensando en nada...
Besos, muacks

11:54 p. m.  
Blogger nosue said...

Bueno, ya lo tienes aquí, ya llegó, me encanta la sensación de meterme en la cama y taparme hasta las orejas porque hace frío... me gusta Madrid cuando llueve y nos sorprende con olores a los que no estamos acostumbrados... me encanta pasear por el retiro en otoño, casi sin gente, con la tierra mojada...
y lo de los sueños raros... no te preocupes, seguro que tenía que ver con la visita de tus padres...
saludos¡¡

5:32 p. m.  
Blogger Lucy said...

pues yo tengo muchas ganas de ir a madrid y pasear por el retiro y ver todos esos colores mezclados.
aquí ya sabes que se nota enseguida, el otoño. y eso me encanta. las castañas de nuestra calle ya se han caído casi todas rick. yo ya cogí la mía y alguna para la gente que quería que tuviera suerte este año. te guardo una a ti también vale?
el otro día vi a un abuelito con una bolsa enoooorme cogiendo todas las qeu veía por el suelo. ya se había recorrido toda la calle, estaba a la altura de "macoe".
un beso de esos fuertes

8:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

cualquier ciudad es muy especial en invierno; a mí me lo parece; pero si es Madrid, o Barcelona, o el norte.. no sé, tiene un algo tan especial que me hace sentirme bien.

Soy de esas que el invierno les hace sentirse bien...

5:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

yo tuve un temporada que tb tenía sueños raros, llego un momento que estaba muy agobiada, parecía tener una doble vida, una vida dormida y otra despierta ,estaba bastante confundida .He de reconocer incluso que a veces esa vida de sueño era mucho más grata que la vida real. No te preocupes se pasaran cuando lo que te obsesiona desaparezca.
Si por fin ha llegado el otoño.Me encanta que el frio empiece a llegar ,y sobre todo la lluvia en Madrid después de un caluroso y polvoriento verano(estan haciendo obras al lado de mi casa) .No hay nada como un día lluvioso ,despertarte y quedarte en la cama mientras ves llover a través de la ventana.
Bueno rick ya tienes ocasión para ponerte esa gabardina que tanto te gusta.

Saluditos

12:48 a. m.  
Blogger Rick said...

Carol, es que la ropa de invierno es mucho más bonita. Me encantaría deambular por la ciudad pero esta lluvia puede conmigo. Y tranqui con las pesadillas, ya se nos pasarán con la lluvia.

Nosue, seguro que algún día nos cruzamos en un paseo por el retiro sin saber quienes somos y pensaremos el uno del otro "vaya bicho raro por aquí solo paseando".

Lucy, tengo que enseñarte el otoño madrileño, y cuando suba a Pamplona vamos juntos a macoe a comprar unos risketos y de camino pegaremos unas patadas a unas cuantas castañas.

Jelly, bienvenida al club! a mi también me encanta el invierno, pero he de reconocer que este año la lluvia tan abundante me está matando un poco. Quiero un frío seco e ir a trabajar abrigadísimo y con mi bufanda.

Ramona, jajaja, justo hoy me he puesto la gabardina por primera vez esta temporada. Es curioso lo que has dicho de los sueños porque los míos poco a poco se van convirtiendo en más agradables y me van gustando más que la vida real. qué miedito!!

Besos y abrazos a todos!

10:18 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home